sábado, 22 de noviembre de 2008

Vacaciones en Barcelona

Esta entrada es para difundir un hecho en extremo desagradable que le ha sucedido a mi amigo y colega Leandro Pazos, más conocido en el mundo electrónico como Improbeats. La cosa es que Leandro tenía ya desde hace varios meses el plan de viajar a Barcelona a vacacionar , difundir su música y meterse un poco en el hermoso ambiente de la música electrónica hispana. Leandro me contaba que tenía un amigo en Barcelona con el que podía quedarse unos días y otro en París que también podía recibirlo. Cuando me contó por mail que ya le había puesto fecha a su viaje, notamos que coincidíamos unos días en la madre patria, aunque yo estaba en Madrid ya casi encaminado a volver a Buenos Aires. Sin embargo, gracias a la barato de los pasajes de las compañías aéreas alternativas, Leandro me dijo que tal vez se daba una vuelta por Madrid. En Europa está todo tan cerca comparado con Argentina que un argentino rara vez se va al viejo continente con un recorrido completamente armado. Más en el mundo de la electrónica que uno nunca sabe quién lo puede invitar a tocar dónde. Pero como Leandro no es ningún improvisado (aunque su música y sus presentaciones en vivo se basan fuertemente en sus complejas improvisaciones envidiadas por más de un músico electrónico), fue al consulado de España en Argentina para asegurarse de poseer todos los requisitos para poder entrar a España como turista. Dos veces fue al consulado, la segunda con la duda de si era necesario una carta de invitación. "No, con una reserva hotelera también alcanza". Leandro decidió seguir las normas y reservó una noche de hotel aunque no le era necesario. Llegó al aeropuerto de Barcelona con pasaje de regreso, una cantidad de efectivo que yo hubiera llevado para estar seis meses y no unos días como él, tarjeta de crédito, la reserva del hotel, la dirección de su amigo, y ninguna arma atómica de destrucción masiva entre sus pertenencias. A pesar de todo esto Leandro fue detenido, encarcelado durante 5 días (5 días en los que su amigo se presentó a la justicia para hacerse responsable de la invitación y de Leandro, 5 días en los que el cónsul argentino en Barcelona se presentó en la cárcel donde Leandro estuvo detenido, 5 días en donde incluso Leandro propuso pagar él de su bolsillo otro pasaje de regreso a la Argentina), tratado por un número ("I'm not a number, I'm a person" diría El Prisionero), tratado como un criminal. Y su único crimen fue no tener una carta de invitación, única excusa que en todo momento pudieron decirle como justificación de hacerlo pasar por tan horrible experiencia.

Leandro por suerte es de esas personas que no necesitan mirar hacia atrás, y seguro que sabrá capitalizar la experiencia en forma positiva mediante su arte. Sin embargo esto es algo que no debería suceder más. Fue un acto de segregación ejecutado por robots de un sistema que se alimenta del miedo de la inmigración ilegal sumado a la desidia del facilismo de tratar a los seres humanos como números de probabilidad y estadística.
Les dejo los links a la historia completa en la entrevista que la televisión catalana le hizo al amigo de Leandro, un video de Leandro preso, y uno de los primeros blogs en donde se difundió la noticia que también apareció en varios medios tanto de Argentina como de España. A seguir difundiendo esto para que no pase más, o aunque sea para que todos sepan los peligros de vacacionar en España.